Ecos de Lyon desde Argentina y Uruguay

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De nuestra provincia de Argentina-Uruguay participaron 40 personas, entre docentes, directivos, ex-alumnas, padres de familia, amigos y religiosas.

Hoy nos comparten su testimonio de lo vivido en esos días:

“Un año atrás, cuando decidí viajar a Lyon para los festejos del Bicentenario, no llegue a imaginar lo que me iba a encontrar, lo que iba a recibir.

Ya al tomar el tren que nos llevaría a Lyon desde París, el corazón comenzó a palpitar más fuerte. Nos llevaba a la tierra de Claudina, al origen, al inicio…y comenzó lo que sería una experiencia inolvidable. Fuimos recibidos ese día para la cena de bienvenida por la Madre General Monica Joseph con su sencillez, con su calidez, con su abrazo, que ya me hizo sentir como en casa, es que había llegado a MI casa, algo que con el transcurso de los días sentí.

Y comenzó el Simposio, mejor llamarlo vivencia. Una vivencia de tres días, de los que recuerdo cada instante, me extendería mucho si los relatara, porque fueron tan intensos que escribiría por horas y horas. Se suscitaron las ponencias, los paneles, los talleres, la visita a los lugares de Claudina, y aquí recuerdo particularmente la visita a la Capilla de los Retiros, imagine ese SI de Claudina, y el origen de Jesús María, momento de inmensa emoción.

Hoy 200 años después de ese SI que dio origen a colegios, centros comunitarios, grupos misioneros, etc, en 28 países, doy gracias por ese Camino…Camino de Fe, Perdón y Reconciliación, que quiero dar a conocer, imaginando lo que haría Claudina si viviera en estos tiempos.

Jesús María nos convocó, Santa Claudina nos recibió en su tierra, y solo puedo concluir con GRACIAS…MUCHAS GRACIAS POR TANTO”

María Pía Viñales – Cardona

«Vivir esta experiencia de poder participar del simposio de Lyon, fue confirmar y hacerme más conciente de este carisma que vivo desde hace tanto tiempo, pero de manera más palpable. Fue emocionarme al hablar con alguna religiosa, o laico de tantos países, y ver que la espiritualidad que nos mueve es la misma, sabiendo que tenemos a Claudina como guía. Fue «sentirme en casa» estando y  hablando con gente tan distinta. Fue sentir asombro y admiración, por la historia, caminando por las calles que hace 200 años caminó Claudina, tal vez sin ni siquiera soñar con lo que estaba gestando, con esta «empresa loca y presuntuosa». Fue confirmar mi compromiso como laica, de trabajar para construir el Reino, a través de esta congregación, que me recibe con los brazos abiertos y en la que desde mi lugar, me siento parte. Fue y es, agradecer profundamente a Dios, por esta posibilidad, por tantas gracias recibidas durante todo este viaje, tanto materiales como espirituales, por mi historia, que me puso en este lugar y a Claudina, por su Sí que sigue generando tanta vida.

Celina Corti – Argentina

Cuando pienso que decir de Lyon: solo tengo que decir gracias, gracias. Este encuentro y celebración me dieron la certeza, que todo lo anunciado durante 25 años fue verdadero. Estar en los lugares de Claudina para sentir y disfrutar de la presencia de Dios y Claudina, fueron días de gracia. La huella que dejó Claudina se vive, se respira en la acogida, en la tarea que se realiza en cada lugar.

Cuando fuimos descubriendo y metiéndonos en la Parábola del Buen Samaritano, pude ver cómo Claudina tenía los ojos siempre abiertos para descubrir la soledad del ser humano, no se quedó en lo superficial, miró en lo profundo, supo detenerse en el camino. Ese detenerse se vive hoy cuando se es hospitalario con los inmigrantes, los niños con capacidades diferentes. Estar y caminar por los lugares donde vivió Claudina es una experiencia que sólo se disfruta y se vive desde el corazón y las entrañas.

Mara Barceló – Uruguay